Al exponer y repasar los distintos satisfactores nos damos cuenta que son tan variables como cualquier idiosincrasia; en cambio las necesidades son universales
Habitamos en una cultura dominada por el capitalismo, constantemente vemos como los gobiernos miden a través de estadísticas la pobreza, donde identifican a quienes tienen menores ingresos salariales o empleos informales como los desfavorecidos de la escala, pero… ¿qué pasa con los otros índices? resulta un tanto pretencioso definir la pobreza únicamente por necesidades insatisfechas que tienen que ver con las condiciones materiales de subsistencia. Manfred Max Neff en su teoría de desarrollo a escala humana nos plantea: las pobrezas. Como una forma universal de no satisfacer todas las necesidades que él mismo Max-Neff ha clasificado como finitas exponiendo lo siguiente:
De hecho, cualquier necesidad humana fundamental que no es adecuadamente satisfecha revela una pobreza humana. La pobreza de subsistencia (debido a alimentación y abrigo insuficientes); de protección (debido a sistemas de salud ineficientes, a la violencia, la carrera armamentista, etc.); de afecto (debido al autoritarismo, la opresión, las relaciones de explotación con el medio ambiente natural, etc.); de entendimiento (debido a la deficiente calidad de. la educación); de participación (debido a la marginación y discriminación de mujeres, niños y minorías); de identidad (debido a la imposición de valores extraños a culturas locales y regionales, emigración forzada, exilio político, etc.) y así sucesivamente.
Entonces podemos resumir que la pobreza no se localiza únicamente en el individuo sino que la sociedad, la cultura y el Estado lo hacen pobre al no apoyar en garantizar las satisfacciones de muchas de esas necesidades colectivas. Colombia es una sociedad pobre donde al prevalecer la violencia, con tan gran poder, las inversiones estatales se centran en “la seguridad democrática” desangrando la educación, la salud, la cultura, las identidades territoriales y minorías, los recursos naturales, el campo y la seguridad alimentaria, la protección a la niñez entre otros muchos. A su vez el adoctrinamiento a un ejército de soldados pobres, carentes de muchas necesidades que se ven forzados a atacar al pueblo si es que decide protestar, reclamar y defender sus derechos constitucionalmente ciudadanos para dejar de ser pobres.
Volviendo al tema de las necesidades de enfoque sistémico donde ninguna necesidad es más prioritaria que la otra según Max Neff. Y gracias a la colaboración con Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn del equipo CEPAUR publicaron una matriz de necesidades y satisfactores donde clasifica las necesidades según las categorías existenciales de ser, tener, hacer y estar y axiológicas de subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. A su vez clasifica los satisfactores con diversas características que determina cada cultura, familia o individuo. Max Neff nos propone conocer por lo menos estas cinco características de satisfactores: a) violadores o destructores; b) pseudo-satisfactores; c) satisfactores inhibidores; d) satisfactores singulares; y e) satisfactores sinérgicos.
Me detendré en analizar este tipo de satisfactores para corroborar cuáles de ellos nos identifican como cultura colombiana, en primer lugar tenemos los satisfactores violadores: son los que al aplicarlos para satisfacer una necesidad, nula vez permiten satisfacer adecuadamente otras necesidades, por nombrar algunos: coacción, opresión, codicia, pasividad, totalitarismo, ignorancia, miedo.
Pseudo-satisfactores: son los que estimulan una falsa sensación de satisfacción de una necesidad determinada como: negar responsabilidades, drogas, cultura de bar, apostar, ver pornografía.
Satisfactores inhibidores: por el modo en que satisfacen una necesidad generalmente la sobre-satisfacen dificultando satisfacer otras necesidades, por ejemplo: comer en exceso, ver televisión largas horas, acaparar, sobreproteger.
Satisfactores singulares: es la satisfacción neutra de necesidades que generalmente son aplicadas a nivel de Estado u organización civil. Algunos serían: Programas asistenciales de vivienda, sistemas de seguros, programas de suministro de alimentos.
Satisfactores sinérgicos. Estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de otras necesidades, estos satisfactores ayudan tanto a nivel colectivo como individual: medicina preventiva, televisión cultural, educación y salud pública, lactancia materna.
Al exponer y repasar los distintos satisfactores nos damos cuenta que son tan variables como cualquier idiosincrasia, en cambio las necesidades son universales por el solo hecho de ser humanos, aunque no tengamos el interés de satisfacerlas en la misma proporción.
Si en la cultura colombiana fuera más arraigado el cooperativismo, la honestidad, la activa democracia y la buena honra de quienes nos gobiernan. Seríamos un Estado cumpliendo con formulación y aplicación de correctas políticas públicas capaces de satisfacer todas las necesidades en igual proporción expuestas por Max Neff.
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